Hace unos meses compartí una entrada sobre la exposición Evreka de Pichiavo en el Centre del Carme en Valencia. Acaban de publicar el catálogo de la exposición en un hermoso libro de curada edición donde tuve el privilegio de ver publicada una conversación o una serie de emocionadas conversaciones que mantuvimos en su día.
El texto lo escribimos en su día para una entrada en Instagram, pero al final la han decidido incluir resumido en el libro sobre la exposición según me comentaba Adrián Blanco, encargado jefe del Pichiavo Studio.
Compartiré el texto original de donde se originó la idea para incluirlo en el libro;
«Conversaciones con Fasim;
El pasado día 22 de febrero se celebró la exposición ‘Evreka’ del dúo de pintores de arte urbano Pichiavo en el ‘Centre del Carme’ de Valencia donde se presentaron en el interior obras sobre lienzo y se pintó legalmente el exterior del recinto, previamente concertado, con graffiti original; tags y throw-ups clásicos de la mano del valenciano grupo TFK y a partir de ahí se desató una tormenta acusatoria.
La prensa atacó con furia y duras críticas abordando la estética ilegal de la decoración exterior con los graffiti sintiéndose realmente ofendidos. El partido político UGT, la Unión General de Trabajadores, una organización sindical obrera española llegará a denunciar la intervención de PichiAvo en el claustro.
PichiAvo defienden que es un homenaje al graffiti puro, con aerosoles de colores plata, negro y blanco, representativos de la versión más genuina de esta técnica. Por el contrario, UGT alude a la protección especial que debe regir la intervención en este tipo de espacios y también al hecho de que el Centro del Carmen fue rehabilitado con fondos del Ministerio de Cultura y la Unión Europea. «Los hechos que se denuncian no pueden tener la consideración de expresión artística o cultural». ABC Cultural
La cuestión; si se hubiese decorado el exterior con dibujos nadie hubiera dicho nada, al contrario, hubiesen aplaudido, la estética del graffiti es lo que ha irritado en este caso. Argumentaron que el patio sufría deterioro y algunas otras argumentaciones en la misma línea.
Hace unos meses escribíamos algunos veteranos escritores de graffiti en la revista Tramontana unos textos a modo de homenaje a Henry Chalfant con motivo de la exposición; ‘Art is not a crime, 1977-1987’ y me preguntaba cómo habíamos llegado a este momento de criminalización con el arte del juego de la escritura que reinventaron los niños de Nueva York a modo de diversión, la cual fue una etapa sorprendentemente creativa y que dio paso a las manifestaciones posteriores; al arte urbano y al renombrado como street art.
Es por esta y por algunas otras razones más que decidí apoyar el evento y solidarizarme.
Hace poco leí que en la antigua Roma no era ilegal escribir tu nombre públicamente por todas partes y estaba todo lleno de inscripciones, no estaba considerado un crimen, la idea no había ocurrido aún. Parece que el escribir graffiti o el inscribir signos de existencia es una constante en nuestra especie, una manía que parte desde las mismas cuevas con las manos pintadas. El concepto del ‘i was here’ ya existía desde el paleolítico en Altamira, Lascaux o en la Cueva de las Manos.
La moral y la industria están abiertas al producto amaestrado del arte urbano pero cerradas a la esencia y a la estética del graffiti. Porque en definitiva se trata de eso, es un problema de estética que refleja a una sociedad muy preocupada con la imagen externa pero vacía de contenido, pero eso es más un defecto que una virtud.
ART IS NOT A CRIME!»
Germán Bel / Fasim
Thoughts on graffiti with Fasim
“(…) As I was telling you before, on 22 February the Evreka exhibition by the urban artista duo Pichiavo was held at the Centre del Carme Cultura Contemporànea in Valence. Inside, they presented Works on canvas, sculptures and an installation. Outside, in the Renaissance cloister, to be exact, original graffiti was painted, by prior arrangement, classic tags and throw-ups by the Valencian TFK crew, and that was what led to a storm of accusations.
-And it turned nasty…
Yes, part of the press launched a furious attack and severely criticised the ilegal aesthetic of the graffiti intervention outside. They felt really ofended.
If the exterior had been decorated with tame drawings or lettering no one would have objected; they would have praised it. It was the graffiti aesthetic that irritated them in this case. They claimed that the cloister was being damaged, and other arguments along the same lines.
Recently, along with other veteran graffiti writers, I wrote a tribute to Henry Chalfant in Tramontana magazine on the occasion of his exhibition Art is not a crime, 1977-1987, where I wondered how we had reached this point of criminalising the game of graffiti.
For this reason, among others, I decide to support the event and show my solidarity.
I read not long ago that in ancient Rome it was not ilegal to write your name in public and there were inscriptions everywhere. It wasn’t considered a crime; criminalisation hadn’t happened yet. Writing graffiti or inscribing signs of our existence seems to be a universal impulse, an obsession. They idea of saying “I was here!” alredy existed in the Palaeolithic period, at Altamira, Lascaux and the Cueva de las manos…
Morality and industry are open to the tame product of urban art but closed to the essence and aesthetic of graffiti. Because tht’s what it’s really about: a problema of aesthetics reflecting a society deeply concerned with external image but empty of content, and that’s a serious defect, not a virtue.
ART IS NOT A CRIME…”
Hilo de la entrada / Anterior entrada sobre el tema> https://www.fasim.org/graffiti-evreka-pichiavo-centre-del-carme-valencia-2019/
Podéis adquirir el libro de manera online en la web del Centre del Carme y en Amazon.
También en venta:
Centre del Carme / Calle Museu nº2, Valencia.
Llibreria LLig. Carrer Navellos 15. Valencia.
www.llig.gva.es
Muchas gracias a Arián Blanco, a Fran Picazo y por supuesto a Pichi y a Avo, por el trato y por el placer de colaborar en la edición del libro Evreka, que es una delicia, está muy trabajado, desde la encuadernación a la calidad y contenido de las imágenes, a los nutritivos textos… Una autentica joya!